EL ARTE COMO FORMA DE EXPRESIÓN
El dibujo se diferencia de las
otras formas de expresión humana por su aspecto gráfico cuyo componente
esencial es la línea. Así como la literatura se basa en la palabra, el dibujo
se basa en la línea. Por esta razón en algunos diccionarios el término dibujo
se define como: “Conjunto de líneas y contornos que forman una figura real o
imaginaria”.
Efectivamente, el medio más importante
y elemental para dibujar las formas es la línea; ella da el límite preciso
entre forma y espacio circundante o entre forma y forma. Sin embargo al
dibujar, es decir, al trazar líneas, nos internamos en el campo de la
abstracción porque en la naturaleza las líneas no existen; somos nosotros
quienes imaginamos verlas como límites de las formas o separación de dos
superficies.
Ahora bien; trate por una vez, de
imaginarse un mundo sin colores… sería gris y triste! Un mundo sin
colores causaría la impresión de estar muerto, carecería de animación. Lo
más seguro es que ese mundo gris crearía en nosotros, los seres humanos,
sensaciones igualmente grises y tétricas.
Los pintores de modo especial sienten
esa dependencia de los colores, puesto que son un medio de expresión de
sentimientos e impresiones, de motivar estados de ánimo y despertar la atención
de las emociones.
Desde las pinturas rupestres hasta
ahora, los colores han jugado un papel de suma importancia en la pintura. En la
Antigüedad, egipcios y griegos demostraron ya su aprecio por el color y sabían
cómo cambiar distintos tonos. El color fue siempre un componente artístico de
los mosaicos, la cerámica y la pintura.
Fue solo
al comienzo de la pintura romántica cuando el color logró adquirir el carácter
peculiar que aún conserva en nuestros días. El estudio de la naturaleza y de la
luz hizo posible que los colores se emplearan para expresar y reflejar estados
de ánimo y sensaciones.
Con el descubrimiento del efecto que la luz solar ejercía
sobre los colores y cómo podía modificarlos, nació una nueva forma de
manejar el color. Fue así como la totalidad de la pintura occidental se
modificó y así se llegó al nacimiento del Impresionismo. Con el Impresionismo
se puso fin a toda limitación en el uso del color.
El color puede hacer que nos sintamos
alegres o tristes, animados o deprimidos; puede despertar nuestra atención.
Cada uno tiene sus colores que cree que son los que mejor se acomodan a
su personalidad.
En esta oportunidad desde el área de
Educación Artística Jornada Tarde Sede A, los estudiantes muestran a ustedes
unos cuantos intentos artísticos cromáticos y acromáticos hechos con
mucha delicadeza y buen gusto.
Licenciada GLORIA
E. AGUIRRE DE B.
Docente de arte
sede A Jornada Tarde.
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